Incertidumbre Económica en México:

Marco A. Garza

¿Es momento de refugiarse en los bienes raíces?

En los últimos meses, diversos indicadores apuntan a una desaceleración económica en México. Aunque aún no se ha declarado una recesión técnica, sectores clave como el consumo, la inversión privada y la construcción muestran señales de enfriamiento. A esto se suman altas tasas de interés, presiones inflacionarias persistentes y un clima político-electoral que introduce cautela en las decisiones financieras.

Frente a este escenario, los inversionistas se preguntan: ¿dónde proteger el valor de su capital? ¿Dónde inveir cuando el crecimiento económico pierde fuerza?

Refugios de capital: preservar antes que crecer

En tiempos de inceidumbre, los inversionistas patrimoniales suelen virar de la búsqueda de rendimiento hacia la preservación del valor. Esto ha dado lugar al concepto de “refugio de capital”, que se refiere a activos que mantienen su valor —o incluso se aprecian— cuando los mercados se vuelven volátiles o incieos. Tradicionalmente, estos refugios incluyen:

  • Oro y metales preciosos
  • Bonos gubernamentales de bajo riesgo
  • Divisas fuertes como el dólar
  • Bienes raíces

Lo que todos tienen en común es su bajo riesgo percibido, su estabilidad relativa y, en muchos casos, su carácter tangible o garantizado.

¿Y los inmuebles? Un refugio probado

Históricamente, el mercado inmobiliario ha mostrado una resiliencia notable ante periodos de crisis en México. Durante la crisis del 2008, aunque se ajustaron precios en algunos segmentos (como vivienda residencial alta y oficinas), el mercado medio y medio-bajo mantuvo su estabilidad. Incluso durante la pandemia de 2020, muchas propiedades conservaron su valor o se recuperaron rápidamente en zonas con buena ubicación y demanda estable.

Esto se explica por tres razones clave:

  1. El bien raíz es un activo tangible y limitado. A diferencia de acciones o divisas, no puede desaparecer de la noche a la mañana ni diluirse su valor por decisiones políticas.
  2. El mercado de renta sostiene el flujo de valor. Incluso si la plusvalía se estanca, una propiedad en renta bien gestionada puede ofrecer retornos constantes.
  3. Baja correlación con mercados bursátiles. El compoamiento del mercado inmobiliario sigue su propia lógica, lo que lo hace útil para diversificar un poafolio.

Datos recientes que refuerzan la tendencia

  • Apreciación de la vivienda: En 2023, el Índice SHF para la vivienda media-residencial incrementó 11.9% en el periodo de enero a marzo de 2023.
  • Incremento en rentas: En algunas zonas de la Ciudad de México, las rentas aumentaron hasta un 19% entre 2023 y 2024, superando la inflación del periodo.
  • Desempeño de FIBRAs: El índice S&P BMV Fibras repoó un rendimiento del 22.26% en 2023, superando incluso al S&P BMV IPC.

¿Qué tipo de inmuebles considerar?

Aunque “los inmuebles” suenan bien como concepto, no todos ofrecen el mismo nivel de protección. Las opciones más prudentes para peiles patrimoniales incluyen:

  1. Vivienda residencial media y media-alta en zonas consolidadas
  2. Departamentos en renta de largo plazo (no vacacionales)
  3. Lotes bien ubicados con potencial de desarrollo a mediano plazo
  4. Locales comerciales pequeños en áreas con demanda constante

En contraste, inversiones como oficinas corporativas o desarrollos turísticos pueden ser más volátiles ante una desaceleración.

Conclusión: el momento de pensar como inversionista patrimonial

Invertir en tiempos de expansión económica es fácil; proteger capital en tiempos incieos requiere visión. Hoy, ante señales de enfriamiento económico, el mercado inmobiliario vuelve a presentarse como un refugio natural para el capital, especialmente para quienes piensan en términos de estabilidad, generación de flujo y preservación intergeneracional del patrimonio.